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Lunes de Aguas Salamanca

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Tiempo de lectura: 6 minutos

El Lunes de Aguas es una fiesta popular de Salamanca y de otras localidades de la provincia homónima.

Su celebración se ha asimilado por algunos autores con la ruptura simbólica y ritualizada del duelo penitencial propio de Semana Santa, es decir, como desahogo de sus estrictos ritos de recogimiento y penitencia.

En Salamanca se celebra el lunes siguiente al lunes de Pascua, mientras que en otras localidades se celebra el mismo lunes de Pascua.

En la actualidad es una fiesta celebrada en familia o en compañía de amistades, que se reúnen para ir a merendar al campo o pasar una jornada campestre, en un clima de descanso, esparcimiento y diversión.

Origen Lunes de Aguas Salamanca

Los orígenes de la celebración del Lunes de Aguas pertenecen a una historia de privación y desenfreno al mismo tiempo que de obediencia y lujuria.

Una fiesta pagana, celebrada a finales de cuaresma, cuyas raíces encontramos en el siglo XVI, y que hoy en día es una fiesta que sirve de tarjeta de identidad.

Felipe queda asombrado de cómo esta señorial capital funde en su seno el templo del saber, la luminaria del cristianismo europeo, el dogma y la palabra, y al mismo tiempo el ocio y la diversión sin límites ni miramientos.

Y es que Salamanca en aquellos años encierra en su seno a más de ocho mil estudiantes (sirva como dato esclarecedor que Madrid tenía once mil habitantes en el primer tercio de siglo XVI), entre los cuales hay becados, sopistas, señoritos de postín; y mueven a su alrededor un complejo mundo humano plagado de criados, mozos de cuadra, taberneros, curas corruptos, catedráticos rectos y catedráticos visionarios y ocultistas, prostitutas para todos los bolsillos y dones, rameras con más bachillerías que los propios estudiantes, lavanderas, amas de llaves, buhoneros y feriantes.

De tal modo que Salamanca es la primera de las universidades destos reynos, la más antigua, y al mismo tiempo es el mayor burdel de Europa, la Sodoma y Gomorra Occidental. Una de las tres lumbreras del mundo, y uno de los tres putiferios del orbe conocido.

En Salamanca, a la par que Escuelas Mayores y Menores, patios de lectura, y bibliotecas, coexisten tabernas insanas y lujuriosas, casas de amancebamiento de toda índole, y toda suerte de atentados contra el sexto y todos los demás mandamientos inventados y por inventar.

Pícaros, incluseros, Lazarillos avispados, ciegos resabiados, alcahuetas y Celestinas poblaban los arrabales de Salamanca, que se convierte en fuente de este tipo de géneros literarios.

Pasada la Semana Santa y con ella el periodo establecido, las rameras regresaban a Salamanca el lunes siguiente al Lunes de Pascua, para lo cual los estudiantes organizaban una grandísima fiesta, las calles de Salamanca se trocaban en torrentes de vino tinto, y salían a recibirlas a la ribera del Tormes con gran júbilo, estrépito y alboroto.

Ellos mismos se encargaban de cruzarlas en barca de una orilla a otra del río, y en medio de una gran algarabía llegaba el descontrol, el éxtasis etílico, el desenfreno y la carnalidad, acometiendo allí mismo lo que sus instintos reprimidos durante un mes y medio les pedían en ese momento.

La gran orgía estudiantil a orillas del río, culminaba siempre con un gran remojón colectivo, con los asistentes al evento – rameras y estudiantes- completamente ebrios.

De conducir a las meretrices y pupilas tanto a su exilio temporal, como a su aclamado regreso, se encargaba un pintoresco personaje.

Un sacerdote picarón llamado Padre Lucas, y que por degeneración del término, era conocido por los estudiantes por el nombre de Padre Putas, el cual se encargaba de concertar el momento del advenimiento carnal de estudiantes y doctoras de la cátedra del placer.

La fiesta del Lunes de Aguas debió prohibirse en algún momento de los siglos XVII o XVIII. Sin embargo, ha permanecido en el calendario festivo del pueblo salmantino con otras connotaciones no tan desenfadadas.

La memoria colectiva del pueblo ha ido conservando tal fecha, como un poso o un remanente de aquella en que afloraba el fervor pagano.

Oficialmente el Lunes de Aguas solo es festivo desde las 15:00 horas (aproximadamente), en la capital Salamanca y en algún municipio más aislado.

Sin embargo, se puede ver que tanto la ciudad como los pueblos de la provincia se quedan vacíos por la tarde y se pueden ver y participar de grandes meriendas en parques, praderas y cualquier extensión de campo en las inmediaciones de los mismos. En diciembre de 2020 se reconoció como Fiesta de Interés Turístico de Castilla y León.

El hornazo el rey del lunes de agua y otros manjares salmantinos

Es costumbre durante ese día comer hornazo, hecho a base de chorizo, lomo, huevo duro, etc.

Aunque, por razones sanitarias, ahora no lleva huevo a menudo, los platos tradicionales de después de Semana Santa lo llevan siempre y, por lo tanto, también el hornazo.

Hace siglos, se consideró que el huevo era carne y no se comía en Cuaresma, pero como las gallinas seguían poniendo, cuando acababa la abstinencia había que comerse los guardados durante esos días, y de ahí los huevos pintados de Pascua y la cantidad de preparaciones que lo usan, como los hornazos o las Cocas y Monas de Pascua de Levante, es decir, todo lo que estaba prohibido durante la abstinencia.

Este es un alimento que amasan y cuecen en las tahonas las mujeres, en los días precedentes a tal fecha, sobre todo en el medio rural, aunque también se ha industrializado su elaboración en cierta medida, y es posible adquirirlo en cualquier establecimiento dedicado a la pastelería.

Desde hace tiempo existe en Salamanca una calle con el mismo nombre de este exquisito manjar, situada en el barrio de Prosperidad.

  1. El hornazo: De chorizo, lomo, jamón, con o sin huevo, al peso o de tamaño individual, el hornazo salmantino es, sin duda, el rey de esta tradición campera. Los obradores de la ciudad trajinan sin descanso estos días para cubrir la demanda. Si quieres seguir la tradición, jamás de los jamases puedes olvidarte del hornazo.
  2. Las bebidas: Refrescos y zumos para todos los públicos, y también otras bebidas “de mayores” (vino o cerveza, esos clásicos…) estarán deliciosos si rescatas la nevera portátil de algún rincón del garaje o trastero y le añades sus cubitos de hielo correspondientes (corre ya al “súper”, que vuelan). Y, ojo: lleva también agua (esa gran olvidada).
  3. Más comida: El hornazo, como todo rey, debe tener sus súbditos. Hay muchas opciones para un día de campo, y cualquier otra “cosa rica de comer” que eches a la mochila será bienvenida. Al final de este artículo podrás “pillar” ideas.
  4. Menaje campero: Esto es como un pic-nic, ya se trate de comida o de “merendola” (o de ambas). Así que echa en la bolsa un “kit de supervivencia” para comensales a base de vasos y cubiertos (desechables o no), servilletas, la navaja multiusos que tanto clama ser usada, y un mantel para instalarlo todo: comensales y manjares.

Empanadas varias, tortilla de patatas (casera, por favor), embutido y queso de la zona, así como carne empanada (nadie sabe por qué, pero los filetes empanados en el campo se convierten en un manjar), son algunos ejemplos. Para veganos, empana o reboza verduras (calabacín, berenjena, pimientos…), y triunfarás.

También puedes visitar la web de Salamanca en Bandeja,  el club de promoción de los productos alimentarios, la hostelería y el comercio minorista salmantino como dice su web en la que podrás descubrir:  aceites, ibéricos, licores, mermeladas, mieles, patatas fritas, quesos, cervezas, vinos y otros productos de nuestra tierra.

¿Dónde comer el hornazo el Lunes de Aguas?

Tradicionalmente se come en el campo o a la orilla del río Tormes. Tanto en la ciudad como en los pueblos hay lugares habituales. En Salamanca puedes comerlo:

  • En las inmediaciones del Puente Romano. Es el lugar, posiblemente, donde se juntan más universitarios, que se suelen citar por redes sociales.
  • En la Aldehuela. Es una ciudad deportiva de la ciudad de Salamanca al lado del río tormes.
  • A lo largo del paseo fluvial.
  • En Salas Bajas. Muy cerca del puente romano y de huerta otea, dónde suelen juntarse jóvenes y familias para degustar el hornazo y la tarde del lunes de agua, si el tiempo acompaña.
  • En Huerta Otea. Es un parque que está cerca del campus universiario y donde se suelen juntar familias con niños pequeños y estudiantes.

Otro lugar muy típico es el Parque de Valcuevo, muy cerca de Salamanca por la carretera de Ledesma. Está situado a 8 kilómetros de la capital en el término municipal de valverdón. Hay personas que se desplazan andando, otras en automóviles y también en bicicletas y patinetes últimamente.

Estos lugares son los más habituales para disfrutar de esta fiesta salmantina, pero no son los únicos.

Enfriadores portátiles para bebidas

A lo largo de toda la geografía española se van a celebrar fiestas y romerías durante los meses de primavera y verano.

Solemos “escaparnos” durante un día, que normalmente suelen ser sábados y domingos o festivos y disfrutar de la naturaleza y pasear.

En estos días tan calurosos solemos tomar bebidas frías, pero, a veces, el hielo que podemos tener en las neveras portátiles puede derretirse o al tomar alguna bebida en bares o restaurantes: cerveza, refresco o vino suelen calentarse al cabo de varios minutos.

He estado buscando en google “enfriadores portátiles para bebidas” y no he encontrado nada.

Podría haber enfriadores de poco tamaño como un monedero, que podríamos llevar en riñoneras o bolsos y adaptarlos a los vasos, por la parte de arriba, para enfriar las consumiciones.

Esta idea de producto la comentaré en la categoría de alimentación de Este ángel y sus ideas..

El día 22 de abril es el día internacional de la madre tierra. Sobre ello será el próximo post. Hasta entonces 🙂.

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